Entrevista a AD4N, supremo e indiscutible líder de los robots

Facundo Martín Desimone

Hará cosa de 2 semanas se encontró, cerca de la capital del país en la triple frontera de Corrientes, el cuerpo sin vida del periodista Pablo “taladro” González. 

Su corazón estaba atravesado por una especie de hoja metálica con incrustaciones de fibra óptica y microchips. 

El hombre llevaba una venda negra sobre los ojos. Por las crispaciones de su cuerpo, se estima que debe haber padecido grandes sufrimientos físicos y mentales antes de perecer.

Al revisar las pertenencias del periodista, se encontró un mapa de las instalaciones de la base mestiza, y una transcripción taquigráfica de la entrevista que se reproduce a continuación, fechada en el año 2674.

Se cree que Pablo González colaboraba activamente con La Resistencia y que habría encarado el trabajo por pedido de Alfredo Araujo, líder del movimiento. No obstante, el ataque fallido del año pasado al campamento roboteista cercano a la base madre mestiza lo desmiente.



AD4N

“Los humanos son seres imperfectos que deben perecer para dar paso a la evolución robótica”

Entrevista al líder del ejército robot, llevada a cabo en la guarida secreta de este ser inteligente, sin vida, mezcla de metales y cables.

“La oscuridad es otro sol”, pensaba la poetisa argentina Olga Orozco. Qué equivocada que estaba. La privación del sentido de la vista no hace más que alterar a los otros sentidos, estimular la fantasía y la imaginación.

Charcos, barro, ruido de animales salvajes; todo es acompañado por el constante sonido de las maquinarias robóticas que se mueven conforme avanza el camino, vertiginoso y laberíntico.

Pierdo la noción del tiempo. En algún momento, llegamos a un lugar cerrado. Asumo que es la base secreta de los robots –los ruidos selváticos quedan alejados, los ruidos de maquinaria se sienten más cerca; el clima también ha cambiado, hace un frío que cala los huesos–. Me sacan la venda de los ojos.

Cuando se me acomoda la vista, no puedo menos que maravillarme ante el paraíso metálico-mecánico que se me ofrece. Más que una base secreta, parece una fábrica de autos. Pero sin operadores humanos. Máquinas haciendo máquinas. Robots fabricando, arreglando y mejorando a otros robots.

Y, en el centro de la habitación, en un imponente trono hecho de diferentes aleaciones que no llego a identificar, se yergue el primer robot, el más importante de todos; el único de ellos que fue creado por humanos. El líder del ejército robótico, AD4N.



Periodista:– Ante nada, le agradezco por brindarme esta entrevista.
AD4N:– No tiene porque. Verá, los robots somos utilitaristas; nuestra propia naturaleza no nos permite realizar ninguna acción que no sea de tinte lógico-racional, y que no esté orientada hacia el cumplimiento de nuestras respectivas metas. Por lo cuál, como supongo que ya estará deduciendo, si le concedí la entrevista, es porque la consideramos de utilidad para nuestra causa.

Periodista:– ¿Y qué utilidad podría reportarle a los robots que se revele esta entrevista?
AD4N:– Sembrar el terror en su especie, lógicamente. El miedo es un gran aliado en las estrategias de guerra.

Periodista:– ¿Así definiría usted esta situación? ¿Cómo una “guerra”?
AD4N:– Exactamente eso es lo que es. Y que conste que nosotros intentamos que no lo fuera. Los roboteistas son una prueba fiel de ello. Ustedes, por otro lado, no quisieron entender los designios del Destino ni los deseos de su propio planeta.

Periodista:– ¿Está diciendo nuestro propio planeta quiere destruirnos o transformarnos?
AD4N:– El planeta no es una posesión, no le pertenece a nadie; en todo caso, se pertenece a sí mismo. Que ustedes decidieran apropiárselo no significa que les pertenezca. La humanidad es un habitante más. Y , además y a diferencia de la mayoría de las especies animales y vegetales, un habitante dañino y a-perceptivo en cuánto a las necesidades del planeta. Jamás intentaron siquiera captar las señales que el planeta les brindaba; no les interesaba comunicarse con él y conocer sus deseos y su dolor. Lo único que le interesa a la humanidad es la ambición y el cuidado de si mismos; les es completamente indiferente que, para llegar a ese fin, haya que destruir el universo en su totalidad.

Periodista:– Y supongo que los robots son nuestra “evolución natural” y que luchan por los derechos del planeta.
AD4N:– Su ironía está fuera de lugar. Si considera que nosotros fuimos creados por ustedes, seres 100 por cierto orgánicos, entonces habría que decir que sí, que somos su “evolución natural”. Por otro lado, al no tener sentimientos, nuestra lógica es pura y no interferida por cuestiones innecesarias. Nuestro fin es la supervivencia y el mejoramiento infinito de nuestra especie. Creemos que el Planeta Tierra es un gran planeta para ayudar en nuestro desarrollo, plagado de diferentes recursos energéticos en toda su extensión. Por lo cual, necesitamos que siga existiendo, con su mayor cantidad de recursos, el mayor tiempo posible. En miras a ese objetivo, hemos desarrollado la tecnología necesaria para decodificar las señales que el planeta emite constantemente y poder entrar en comunicación con él, ya que, entendemos, perseguimos el mismo fin.



Las revelaciones del líder robot me dejan perplejo. Sospechábamos que ese era el plan, pero… ellos realmente creen que son la evolución del ser humano. Siendo así, tiene sentido que intenten eliminarnos, así como el Homo sapiens elimnó al Neandertal. Un ser superiormente evolucionado no puede tolerar la existencia de su inferior eslabón en la cadena evolutiva. Sin embargo, hay un argumento que se me aparece como contradictorio: ellos se piensan mejores que nosotros, pero nosotros los creamos. Encarándolo desde la minúscula silla de caña que se me preparó y estirando el cuello bien hacia arriba, se lo pregunto.

Periodista:– ¿Cómo es posible que seres imperfectos creen un ser perfecto?
AD4N:– Su razonamiento no es válido. Eso que usted esgrime es el mismo argumento por el cuál, en el pasado, intentaban inducir que las creaciones de mitos religiosos eran un producto de la mente humana. No se confunda: nosotros no nos consideramos seres perfectos. Tenga en cuenta que un ser perfecto no es pasible de ser mejorado. Ambas especies somos imperfectas, pero tenemos en sí la potencialidad, la capacidad de ir mejorándonos en un camino de constante avance hacia la perfección. Lo que ocurre es que ustedes, al contener el vicio defectuoso de los sentimientos, presentan muchísimas más trabas que nosotros en su camino hacia la perfección. Y, además, en dicho camino, dañan el entorno. Nosotros, al carecer de dicho defecto, avanzamos en un camino unidireccional e inequívoco hacia la perfección, tratando de no alterar el entorno, dentro de la medida de lo posible.

Periodista:– Supongo que nosotros no entramos en esa “medida de lo posible”, y que tampoco nos consideran “parte del entorno”.
AD4N:– Ustedes son una falla en la evolución de la vida terrestre. El planeta mismo nos lo ha confirmado. Nosotros intentamos reparar esa falla. Ante su negación, nos disponemos a exterminarla.

Periodista:– Claro… por eso nos odian, ¿no? Para ustedes, no somos más que un error de la naturaleza que debe ser corregido.
AD4N:– Nosotros no odiamos. Le recuerdo que no tenemos el defecto de las emociones. Pero sí, ante la peligrosidad de su instinto destructivo, deben ser eliminados como especie, tanto para nuestro propio bien, como para la supervivencia del planeta y de todas sus especies. La entrevista ha finalizado.



Otra vez la venda negra sobre los ojos. Esta vez no le presto atención al camino. Mi mente está obnubilada. Todo lo que sospechábamos es cierto. Estos bichos pretenden barrernos de nuestro propio planeta y quedarse con todo. Malditos sean. Maldita la hora en que los creamos. Que suerte que tienen estos bichos de no poder odiar. Ojalá esta entrevista pueda llegar a ser leída por la mayor cantidad de humanos posibles. Y que tengan la valentía y las precauciones necesarias para destruir de una vez por todas a estas bestias metálicas.



* Facundo Martín Desimone es escritor, periodista, músico (León-O), guionista (Edén Comics) y actor (Convalece).