Laguna - Capítulo 4

Alfredo Prandi


   
CAMPAMENTO
(Parcelas del fondo)

Brazos torcidos, camperas llenas de barro, pies sobresaliendo sin vida desde lo profundo de una montaña de cadáveres tapada con telas de carpa. Alejandro no dejaba de mirar a los costados, como si del bosque o de la laguna pudiera surgir algún dedo acusador.

Por arriba del barbijo, Gastón observaba atónito.

Eran alrededor de 20 cuerpos amontonados, empapados en sangre, amontonados como si fueran arena o tierra para la construcción. Hubiera querido obviar con la mirada el detalle macabro de la mano de un pequeño con los dedos duros como piedras emergiendo del pilón cadavérico.

—Llegué temprano con Ramón en el coche. Los encontramos a todos con la boca y la nariz llena de sangre, esparcidos por el camino, minutos después de encontrar a tu hermana —dijo Alejandro, por arriba de su barbijo.
—¿Todo el campamento…?
—Todo. Revisamos los números de las parcelas y los corroboramos en el cuaderno de entrada. Nadie sobrevivió. Creemos que fueron atacados por alguna especie de virus… o algo.

I'm Not Put Out At All

Gastón despertó del trance y miró a su alrededor.

—Pero… ¿dónde están?
—La policía todavía no sabe nada, sólo los que llegamos ésta mañana del pueblo, nosotros 8 Alejandro se sacó el barbijo… y ahora vos.
—Pero… la cantidad de… muertos…

Gastón se esforzaba por entender lo que Alejandro no le decía.

—La mayoría de los cadáveres son de gente sin familia, chorritos que vienen al camping a emborracharse y apostar mierda por mierda, personas sin futuro, de otros pueblos.
—Pero veo autos, mujeres, Ale, hay familias ahí.
—También hay violadores ahí, Gastón.
—¡Eso es un nene! ¿Me estás jodiendo?

Los nervios de Gastón habían provocado que eleve la voz. Alejandro lo abrazó y se lo llevó lejos de la pila.

Ted Bundy & The Barber Shop.

—Escuchame. Si la policía se entera de esto, no solo van a clausurar el campamento y dejarme a mí y a 10 personas más sin trabajo, también van a querer averiguar cómo es que una nena de 10 años desaparece y vuelve quince años después con una mochila de 20 muertos atrás… y se la van a llevar.
—No… —Gastón se sacó el barbijo y miró a su amigo. No podía permitirse volver a perder a Laura.
—Exacto.
—Pero… los demás…
—El personal del camping me juró conservar el secreto por el bien de su trabajo y sus familias.
—¿Y les creés?
—¿Quién te pensás que me ayudó a juntarlos a todos?
—Pero, ¿y Nico? Hoy me vino a buscar a casa con otro pibe —Gastón no estaba seguro de nada.
—Nico no estaba acá, lo llamé y le dije que te buscara, fue con el primo, ninguno sabe nada, pero van a volver en cualquier momento, por eso necesito tu ayuda.
—¿Mi ayuda para qué?

Detrás de ellos aparecieron Ramón y Rubén, el cocinero.

Cada uno de ellos llevaba dos palas al hombro.



* Alfredo Prandi es guionista, director de cine y content creator. Blog alternativo del autor: Alfredium.

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