Silencio (cover de Ana María Shuá)

Facundo Martín Desimone



—Chicas, dicen que es malísima “Expreso al terror”.
¡Es Yael! Yo quería ver la otra.

Los martes, aprovechando que mi mamá trabaja hasta tarde, nos juntamos con las chicas en casa a ver películas de terror.

—Claro, échenme la culpa a mí; pero bien que dijiste ayer, cuando no estaba ella: “Ay, esa película `Secreto de sangre´que quiere ver Sol debe ser una porquería”.

Todos los martes la misma historia.

—¡Callate, nena! ¡Cómo voy a hablar mal de Solcito a sus espaldas! ¿Qué clase de amiga te pensás que soy?
—¡Amiga clase-turra! ¡Eso sos!
—¿Y vos qué, nenita descerebrada?

Decir que estoy yo, que quiero ver la película antes de que llegue mi vieja y se nos arruine todo el clima.

—Chicas, chicas; ¿por qué no llamamos al chico del videoclub y le preguntamos?
—Y de paso pedile unos pochoclos.
De los dulces.

Pesadelos Inconstantes

Cuestión que al chico del video que siempre nos recomendaba películas lo habían hechado o había renunciado, no me acuerdo. La cosa es que nos atendió otro chico, uno nuevo que era medio un desastre. No había visto ninguna de las dos películas. Nos dijo, con un tono muy seco, que él no miraba “películas de mierda”, y que, si queríamos ver una excelente película de terror, alquiláramos “Los otros”.

No sé por qué le hicimos caso. Quizás porque era la primera vez que alguien nos salía con algo totalmente inesperado, impredecible a todas luces; seguramente, algo del orden de esa extraña mística nos debe haber convocado. Zoe se olvidó de pedir los pochoclos.

No sé quién es el chico nuevo del video, pero tenía razón. Nunca en mi vida había sentido tanto miedo mirando una película.

Vimos toda la película en silencio. Cuando terminó y prendimos la luz, nos miramos, aliviadas. Estuve tentada de preguntarles a las chicas si les molestaba dormir con la luz encendida. Pero no. Somos chicas grandes, no somos nenitas.

Horror Movie Treatment

No sé cuánto tiempo pasamos en silencio. El miedo es algo terrible. Sé que no voy a poder dormir en toda la noche. No vuelvo a ver una película de fantasmas en mi vida.

Le Refuge

Deben ser las 2 de la mañana. Siento como si fuesen las 4, pero deben ser las 2. Y Mamá que no llega. Ahora que me acuerdo… dijo algo así como que capaz hoy llegaba un poco más tarde. Debe haber salido con alguno de sus novios.

Lo peor es la tensión. Cada pequeño ruido…

Innsmouth Look

Tengo mucho miedo, chicas.
—Yo también.

Yo tengo terror, pero no se los digo. Alguna tiene que ser fuerte. Como soy la que está en la cama del medio, se me ocurre que…

—… con las frazadas hasta la frente, juntamos las camas y nos damos las manos. Así, capaz que tenemos un poco menos de miedo —la emoción de la idea me oculta la confesión: dije “tenemos”, en vez de “tienen”. Bueno, quizás sea mejor así; significa que tengo miedo, pero que lo estoy enfrentando. Quizás les sirva de ejemplo y les de valor.

Nos damos las manos y enseguida siento como me baja el sueño. Así es otra cosa. Las tres juntas, una sola unidad que enfrenta sus miedos. Me voy quedando dormida.

Boat Promenade (1992) - Bertina Lopes (1924 - 2012)
 
Cuando volvemos del colegio, mamá está merendando con uno de sus novios.

—Qué hacés, Carlos.
—¿Cómo te va, princesa? Traje facturas.

Sí. Definitivamente, Carlos es el que mejor me cae.

Paranormal activity

¡Terrible! ¿Y no les dio miedo, chicas?
—Muchísimo; no podíamos dormir. Pero a Sol se le ocurrió una idea que… ¿Le mostramos?
—¡¡Dale!!

Juntamos las camas hasta que las maderas se tocaron y nos acostamos, exactamente igual que la noche anterior

Pero había algo que no estaba bien. Era como si alguien hubiese entrado a la casa mientras estábamos en el colegio (y mamá y Carlos aún no habían llegado) y nos hubiese cambiado las camas por otras. Es la mejor explicación que se me ocurre. 

Porque, ahora, acostadas cada una en su cama, extendiendo nuestros brazos a más no poder... las puntas de nuestros dedos ni siquiera llegan a tocarse.



* Reversión propia del cuento “Manos”, que forma parte del libro de relatos “La fábrica del terror”, de la escritora argentina y maestra del género, Ana María Shua.

* Facundo Martín Desimone es escritor, periodista, músico (León-O), guionista (Edén Comics) y actor (Convalece).

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