Laguna - Capítulo 8

Alfredo Prandi




Campamento
(Proveeduría y Bosque detrás)
 
Gastón traspasó la entrada del comedor y se acercó a las mesas donde hacía solo unas horas descansaba su hermana. Miró a su alrededor. Silencio. Bordeó la barra y recorrió el pasillo, abrió la puerta del baño y luego la despensa. La puerta del fondo estaba entreabierta, la cruzó y se adentró en el bosque, primero a paso precavido, luego al trote.

Los altos sauces devoraban los débiles rayos del sol. Gastón buscaba desesperado la silueta de Laura. Avanzó y avanzó, buscando entre los mismos árboles que años atrás habían sido testigos del secuestro de su hermana.  Las imágenes de aquel terrible momento se confundían con el presente. Las manos de aquellos hombres tirando de su vestido. La voz aterrada de Laura haciendo eco en el bosque.

Gastón se fue dejando llevar por la angustia y la locura hasta encontrarse en una pequeña explanada y dejarse caer de rodillas. Miró las hojas muertas del suelo con ojos grandes y húmedos, aturdido.

¿Había perdido a su hermana de nuevo? Quizás el insomnio lo había vuelto loco y Nico nunca había aparecido en su camino para decirle que Laura estaba viva. Quizás aún estaba acostado, soñando despierto, hundido en el desorden de su habitación, imaginando que Laura yace dormida junto a él, sobre las mesas del comedor del camping, viéndose abrazar a la versión adulta de aquella niña que la laguna se tragó.

onírico

Una mano amiga sobre su hombro lo sacó del trance.

—Gastón… ¿estás bien? Gastón… —la voz de Ale sonaba lejana.

El silencio del bosque volvió a dominarlo todo y Gastón parpadeó. Había pasado más de una hora y el sol comenzaba su lenta retirada. Gastón miró a su alrededor hasta llegar a los ojos de Ale.

—Buscamos por todo el camping —sentenció, y ayudo a Gastón a incorporarse toscamente sobre el pasto. Se miraron unos segundos, hasta que Gastón se desarmó en llanto y cayó en el hombro de su amigo.
—Está viva… —sollozó Gastón. Ale contuvo a su amigo y asintió con la cabeza.
—Sí. Está viva —contestó con calidez, pero sus ojos recorrían el bosque con preocupación—. Y vamos a encontrarla.



* Alfredo Prandi es guionista, director de cine y content creator. Blog alternativo del autor: Alfredium.

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