Laguna - Capítulo 10

Alfredo Prandi



Bosque
(Camino hacia la ruta)

Laura rebota en el asiento mientras el coche se tambalea por el camino de tierra que lleva a las afueras del pueblo. En el asiento del acompañante descansa el reloj de pared de la despensa de César. Las cinco y cuarto. Laura ve algo más adelante y frena despacio. Toma el reloj, baja del auto y se sumerge entre los árboles hasta protegerse detrás de un grueso sauce, a unos veinte metros del camino.

Un minuto después, una vieja camioneta frena junto al auto. Laura contiene la respiración mientras dos hombres con trajes anticontaminación y máscaras descienden y se acercan al vehículo. Uno de ellos lleva un extraño aparato en la mano, lo pasa por los bordes del coche y mira a su compañero. Éste recorre el sector con la mirada, observa su reloj y hace señas de volver a la camioneta rápidamente. Ambos hombres se suben y arrancan bruscamente para alejarse por el camino.

Laura cierra los ojos y respira, deja caer el reloj y se acomoda de espaldas al tronco, intentando calmarse. Abre los ojos y mira hacia el frente, levanta la vista hasta encontrarse con las caras de Alejandro y Gastón, que se acercan con cuidado a ella.

0.06uSv/h 2013/10/27 14:42@rikizen takada 奇跡の一本松

—Laura… soy yo —dice Gastón con suavidad. Ale se detiene unos pasos detrás de él, mirando hacia todos lados, nervioso.
    Laura mira a uno y a otro en silencio. Detrás de Ale logra divisar dos bicicletas tiradas entre los árboles.
—¿Estás bien? No puedo creer que… —empieza Gastón, pero Laura se para de pronto.
—Necesito llegar a la ruta principal —dice, con voz gélida—. No puedo llegar en auto, necesito que me den una de sus bicicletas.
—Laura… soy yo—Gastón intenta sonreír—. Tu hermano. 
Alejandro da unos pasos hacia delante mientras se pone el barbijo. Laura lo ve y mira a Gastón con repentina desconfianza. Gastón se gira y le hace señas a su amigo para que no se acerque. Vuelve a mirar a Laura con amabilidad.
—Laura… sé lo que te pasó.

Bicicleta JC Penney, de ruta, antes de restauración.

—Necesito tu bicicleta.
—Gastón —susurra Ale—, esta zona es privada, no podemos estar acá.
—Laura, necesito que confíes en mí —Gastón mantiene la mirada en los ojos de su hermana.
Laura no cambia de expresión, y latiguea con los ojos controlando la posición de Ale, con clara desconfianza. Ale se impacienta y avanza.
—Gastón, tenemos que volver al camping.
—No me reconocés —dice Gastón, cortante—. No sabés quien soy.
  Laura inspecciona el rostro de Gastón.
—No. Y no me importa, quiero irme de este pueblo de mierda ahora mismo.
—¡Gastón! —Ale avanza hacia ellos. En un segundo su barbijo se tiñe de rojo, convulsiona y cae al suelo.

Infection Control

Gastón sigue mirando a Laura. Ella no lo mira. Se gira para encontrarse con el cadáver de su amigo. Vuelve hacia Laura con la cara contraída por el horror. Laura lo está mirando fijamente.

Gastón siente un profundo destello de dolor en la frente y los ojos. Se retuerce en el lugar. Laura se desconecta. Sus ojos se entregan al cielo y cae de lleno sobre el pasto.

Gastón se tambalea y se toma la cabeza con ambas manos. Le sangra la nariz. Mira el bosque y los cuerpos, intentando aclarar su mente. La cara de su amigo está repleta de sangre y el cuerpo yace contorsionado entre los sauces. Laura continúa desmayada, pero viva. Gastón mira nuevamente a su alrededor y descubre, al borde del camino, un Renault 18 blanco aparentemente vacío.



* Alfredo Prandi es guionista, director de cine y content creator. Blog alternativo del autor: Alfredium.

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