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Habrá Niebla - Crítica de los Cuentos Completos, de Fogwill

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Facundo Martín Desimone Transylvania by El oso del sueño Para hablar de Fogwill se empieza de una, así, hablando de Fogwill, sin introducciones pedorras ni nada. No obstante, como se trata de una edición de sus Cuentos completos (2009, Alfaguara), aprobada y autorizada por el autor, a un servidor le pareció que en este caso lo mejor era comentar cada cuento en particular.    Nota : el texto no abordará todos los relatos. Tampoco respetará el orden cronológico ni el orden en el que aparecen las obras en el libro porque… así es más lindo . Sin más preámbulo: los cuentos. Otra muerte del arte Esta obra podría denominarse “ lección de literatura ”. Simplemente brillante. El autor pone al protagonista, Pablo, en varias alternativas narrativas diferentes a la vez. Es como si los Fogwills de varios universos paralelos escribieran en simultáneo las aventuras y desventuras del personaje y, de repente, por errores del cosmos , esas realidades se agrietaran y los relatos cayes

Laguna - Capítulo 8

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Alfredo Prandi Campamento (Proveeduría y Bosque detrás)   Gastón traspasó la entrada del comedor y se acercó a las mesas donde hacía solo unas horas descansaba su hermana. Miró a su alrededor. Silencio. Bordeó la barra y recorrió el pasillo, abrió la puerta del baño y luego la despensa. La puerta del fondo estaba entreabierta, la cruzó y se adentró en el bosque, primero a paso precavido, luego al trote. Los altos sauces devoraban los débiles rayos del sol. Gastón buscaba desesperado la silueta de Laura. Avanzó y avanzó, buscando entre los mismos árboles que años atrás habían sido testigos del secuestro de su hermana.  Las imágenes de aquel terrible momento se confundían con el presente. Las manos de aquellos hombres tirando de su vestido. La voz aterrada de Laura haciendo eco en el bosque. Gastón se fue dejando llevar por la angustia y la locura hasta encontrarse en una pequeña explanada y dejarse caer de rodillas. Miró las hojas muertas del suelo con ojos grande

El campo de los rusos

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Facundo Martín Desimone Transylvania by El oso del sueño La novela Los amigos soviéticos (Mondadori, 2009), del escritor Juan Terranova , transcurre en el año 2008, época tumultuosa para los argentinos, debido, entre otras cosas, al estallido del conflicto entre el Gobierno de Cristina Kirchner y el campo . En la televisión de aquel momento se podía ver a cada instante a los grandes terratenientes de nuestra nación vertiendo interminables litros de leche en los caminos y desperdiciando de igual manera verduras, frutas, hortalizas y demás productos de la tierra que bien hubiesen podido alimentar a buena parte del país . Contenido ideológico no-fetichista No obstante, cabe aclarar aquí, que no se trata de una novela política . O más bien sí (al fin y al cabo, ¿qué novela podría escapar de la política?), para todo aquel que pesque y quiera pescar las diferentes ironías y puntas de icebergs que asoman constantemente escondidas dentro del gran camuflador (el humor) o en

Laguna - Capítulo 7

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Alfredo Prandi El sueño del pibe by León-O Campamento (Entrada) Laura irrumpe en la garita de entrada, apoya el cuchillo sobre el escritorio y revuelve los papeles hasta encontrar el teléfono. Sin tono, Dora decía la verdad. Recorre veloz la garita con los ojos y descuelga un camperón azul. El sucio cartel de la entrada la recibe bajo el sol del mediodía. Todavía descalza, Laura se abriga y trota por el camino de tierra que la lleva al pueblo. * Alfredo Prandi es guionista, director de cine y content creator. Blog alternativo del autor:  Alfredium .

Bajo los abismos de la locura, una receta para llegar al núcleo de la Tierra (o al centro del alma)

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Facundo Martín Desimone ¿Qué hay abajo de todo ? ¿Te lo preguntaste alguna vez? Abajo de capas y capas de maquillaje, detrás de la última puerta (tanta gente con la barba de color azul habita el planeta), abajo de la última máscara. Y cómo se llega a ese lugar , o lo que sea. Hay quienes dicen que la receta más certera para llegar al centro de la Tierra , al núcleo del alma humana y de todo lo que exist e, es precisamente la locura. No la filosofía, no los adelantos tecnológicos , no la meditación trascendental, no las drogas psicoactivas: simplemente, ese estado anímico/mental que surge por azar en individuos rándom de la especie, que sigue siendo aún inexplicable , amén del deslomante esfuerzo de las ciencias, que tiene un perfume como de azahares putrefactos del apocalipsis y que se dio en llamar, a falta de mejor nombre, demencia. Eso es exactamente lo que propone el libro de cuentos Bajo los abismos de la locura , del escritor y periodista Alejandro Lamela , en

Laguna - Capítulo 6

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Alfredo Prandi Campamento (Parcelas del fondo) La mano de un niño inocente termina de ser cubierta por la tierra, junto con otros 19 cadáveres. Dora aparece como un relámpago por detrás del grupo de hombres. Las lágrimas todavía le sacaban brillo a sus mejillas. —¡Gastón! —logra gritar, mientras se detiene entre jadeos. Gastón la ve, suelta la pala y corre hacia Dora, los otros tres hombres dejan de palear. Más al fondo, otros dos hombres más dejaron sus tareas para escuchar a la nerviosa mujer. —Dora, ¿qué pasa? —pregunta Alejandro con preocupación. Gastón no dejaba de mirarla, sosteniéndola de los hombros, esperando que hable. —Laura… —jadea Dora— se despertó. Gastón la suelta y sale corriendo hacia el comedor. —¡Esperá, Gastón! —intenta detenerlo la mujer, sin éxito.  Alejandro suelta la pala y comienza a seguirlo, pero Dora lo detiene. —Ale… se escapó. Laura se escapó. La cara de Alejandro se transformó. Eso no era nada bueno. —¿Eh? ¿A dónde? —pre

El Sacrificio de N° 175491

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Facundo Martín Desimone Transylvania by El oso del sueño En un momento determinado del mes, imposible de calcular u anticipar por nuestros cerebros animales, la gran computadora Biolog-IK s e enciende por su cuenta y emite un resplandor verdoso, como algunos huesos de animales , en las noches de luna llena .  La máquina que Él tan generosamente nos obsequió, réplica a menor escala de su Organ-IK, debe actualizar su software una vez por mes . Para ello, se conecta de forma inalámbrica con su madre, allí, en el ala mejor custodiada de su fortaleza . Organ-IK, además de actualizarle sus programas de procesamiento de datos , le comparte información actualizada sobre el ambiente, el clima, la fauna, la tierra y las estrellas (Organ-IK se encuentra en permanente proceso de actualización y socavación de datos, según nos explicó el único e inigualable ). Nuestra Biolog-IK , con un poder mucho menor de resolución, procesa y analiza los datos actualizados hasta que, fina

Laguna - Capítulo 5

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Alfredo Prandi CAMPAMENTO (Proveeduría) Dora deposita suavemente un termómetro y un poco de algodón junto a los desinfectantes y levanta la bandeja. Camina por el pasillo que conecta la despensa con la cocina y cruza la doble puerta hasta el comedor de la proveeduría. Apoya un segundo la bandeja sobre la barra y se estira con dificultad, intentando alcanzar las pocas “curitas” que había esparcidas junto a la caja registradora. Logra juntarlas con la punta de los dedos y las deja caer sobre el botiquín improvisado, toma la bandeja con delicadeza y gira hacia el comedor. De pronto grita, dejando caer la bandeja al suelo. Laura está parada frente a ella con un gran cuchillo de cocina, mirándola con miedo. Mira los utensilios revueltos por el suelo y vuelve a escrutar a Dora, esta vez con desconfianza. Observa veloz a los costados, buscando una salida, mientras Dora saca impulsivamente un barbijo de su delantal de cocina y se lo lleva a la boca. Laura achica los ojos c

Pozo de estrellas azules (poema)

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Facundo Martín Desimone El sueño del pibe by León-O Caí en un pozo de estrellas azules en donde el barro se transforma en nieve y la argamasa crece en las paredes . Hay 4 soles , pero solo 2 funcionan bien. Uno parpadea intermitente . Al otro, se le quemó la lamparita . Un viejo de barba y túnica negra los alimenta con polen carbonizado , desde el año mil ochocientos cuarenta y tantos . Comen como guanacos , los soles, y hay un aire como de astillas de cobre . Javier y Pedra se esconden en el umbral , temerosos de las criaturas que allí habitan . Yo me sumerjo todo lo que puedo, atravesando la densidad de la materia sólida y blanda, parecida al agua, pero más fría y destemplada ( El agua de los dioses , tal vez). Las conozco desde hace años : son tan inofensivas como granitos de arena negra mal hilvanados. El pozo se cierra detrás de mí (ellos quedan afuera, eternamente del otro lado ).                                             nav

Laguna - Capítulo 4

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Alfredo Prandi     CAMPAMENTO (Parcelas del fondo) Brazos torcidos, camperas llenas de barro, pies sobresaliendo sin vida desde lo profundo de una montaña de cadáveres tapada con telas de carpa. Alejandro no dejaba de mirar a los costados, como si del bosque o de la laguna pudiera surgir algún dedo acusador. Por arriba del barbijo, Gastón observaba atónito. Eran alrededor de 20 cuerpos amontonados, empapados en sangre, amontonados como si fueran arena o tierra para la construcción. Hubiera querido obviar con la mirada el detalle macabro de la mano de un pequeño con los dedos duros como piedras emergiendo del pilón cadavérico. —Llegué temprano con Ramón en el coche. Los encontramos a todos con la boca y la nariz llena de sangre, esparcidos por el camino, minutos después de encontrar a tu hermana  —d ijo Alejandro, por arriba de su barbijo. —¿Todo el campamento…? —Todo. Revisamos los números de las parcelas y los corroboramos en el cuaderno de entrada. Nadie sobrevi